Los cultivadores de la música sagrada, dedicándose con renovado impulso a un sector de tan vital importancia, contribuirán a la maduración de la vida espiritual del pueblo de Dios (San Juan Pablo II).


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jueves, 5 de enero de 2012

EL ADVIENTO Y LA MUSICA LITURGICA

[1]

Por: P. Miguel A. Trinidad Fonseca

     El Adviento, pese a su brevedad, juega un papel clave para que podamos celebrar genuinamente la Navidad. Unos cánticos adecuados nos ayudarán a vivir este tiempo de nuestra liturgia tan descuidado e ignorado. La música contribuye a que el Adviento sea vivido debidamente y cumpla con su cometido de prepararnos para la Navidad. Comparto con ustedes, sobretodo con los encargados del canto litúrgico de nuestras parroquias, estos apuntes que muy bien nos podrían ayudar a valorar nuestro ministerio musical en el Adviento.      
A.    El Adviento

     Es el tiempo de “preparación” para las solemnidades de Navidad, en las que se conmemora la primera venida del Hijo de Dios a los hombres, y es a la vez el tiempo en el que por este recuerdo se dirigen las mentes hacia la expectación de la segunda venida de Cristo al fin de los tiempos (Normas Universales para el Año Litúrgico 39). Al celebrar anualmente la liturgia del Adviento, la Iglesia actualiza esta “espera” del Mesías: participando en la larga preparación de la primera venida del Salvador, los fieles renuevan el ardiente deseo de su segunda venida (Catecismo de la Iglesia Católica 524).
     El color propio de este tiempo es el morado. Su duración es de unas 4 semanas y siempre tiene 4 domingos. Siempre comienza el domingo que cae más cercano al 30 de noviembre (si cae ese día, en ese día comienza el Adviento). Este tiempo termina el 24 de diciembre en la tarde.
     Algo muy importante y que solemos olvidar es que el Adviento tiene 2 partes, a saber:

·         desde el primer domingo de Adviento hasta el 16 de diciembre, inclusive. En este tiempo nos fijamos más en la segunda venida de Cristo; tomamos conciencia de ese inminente acontecimiento y nos preparamos para ellos suplicándole que venga a nosotros y cumpla sus promesas (♫Ven Señor, no tardes...)
·         desde el 17 de diciembre hasta la tarde del 24 de diciembre: La tónica espiritual cambia totalmente,  pues nos fijamos más en la primera venida, acompañando litúrgicamente a María y a José en su preparación para la venida del Emmanuel (♪Hacia Belén se encamina...). Los signos externos de alegría comienzan a proliferar (arbolitos y guirnaldas) como reflejo de nuestra preparación interior para recibir al Señor.


B.     La música para el tiempo de Adviento


     Durante el tiempo de Adviento los cantos deben enfocarse en el Adviento. Es sumamente importante que se respete la espiritualidad de las dos partes del Adviento, y más aún, que se respete el Adviento en sí. Hay que evitar a toda costa cantar cánticos pertenecientes a la segunda parte del Adviento en la primera parte del mismo. Recordemos que podemos cantar el Aleluya en Adviento. Cuando no se puede cantar es en Cuaresma. En Adviento no se canta el Gloria, excepto en la solemnidad de la Inmaculada Concepción y en la fiesta de la Virgen de la Guadalupe.

     También ha que recordar que los instrumentos musicales se usan sólo para sostener el canto, por lo que no podemos recurrir a la música instrumental en Adviento (Cf. Músicam Sacram 66). La sobriedad en la instrumentación debería tomarse en cuenta, de tal forma que la misma contraste con la que se usará en Navidad (Cf. Ceremonial de los Obispos 236). Otra cosa importante: en las Misas de Aguinaldo los cantos son propios de la segunda parte del Adviento, no de Navidad.

     Algunas sugerencias musicales para el tiempo de Adviento:

1.      Esforzarse por aprender cada año un cántico de Adviento diferente y enseñarlo a la asamblea.

2.      Sería conveniente tener un cántico de 4 estrofas que acompañe el encendido semanal de las velas de la corona de Adviento.

3.      Tener cánticos del Ordinario propios para el Adviento (Señor, ten piedad; Santo; Cordero, etc.), de modo que sirvan de “indicadores” del Adviento.

4.      Lo ideal es que tengamos un buen repertorio para que los 4 cantos procesionales sean de Adviento (Cf La Música en el Culto Católico -Comisión Episcopal Estadounidense de Liturgia- ##61-62). Esa es una tarea que los coros deben realizar al menos unos pocos meses antes del primer domingo de Adviento.

5.      El tercer domingo de Adviento es conocido como el “Domingo Gaudete” (del gozo). El sacerdote y el diácono pueden usar ornamentos rosados. Es recomendable tener algún canto de Adviento que toque el tema de la alegría propia de este tiempo.

6.      El cuarto domingo de Adviento siempre es un domingo mariano. También es recomendable tener par de cánticos para este domingo que toquen el tema de María en el Adviento (p.e.: ♫ La Virgen sueña caminos).

Que nuestro ministerio musical bien ejercido en el seno de nuestras parroquias contribuya para una participación más consciente, activa y piadosa en nuestras celebraciones litúrgicas.

[1] Esta es una versión más resumida y mejorada. La original fue publicada en el semanario católico de Puerto Rico EL VISITANTE del 12 de diciembre de 2010.

1 comentario:

  1. Me ha encantado la información Padre, muchas gracias por compartirlo de una manera tan sencilla. ¡Saludos en Cristo!

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