Los cultivadores de la música sagrada, dedicándose con renovado impulso a un sector de tan vital importancia, contribuirán a la maduración de la vida espiritual del pueblo de Dios (San Juan Pablo II).


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miércoles, 5 de junio de 2013

VATICANO II Y LA MUSICA LITURGICA: LO QUE PIDE (5ta. parte)


     Continuamos con esta serie de artículos conmemorativos del 50mo. aniversario de la Constitución “Sacrosanctum Concilium” sobre la sagrada liturgia, comentando lo que esta constitución mandó en lo tocante a la música litúrgica (capítulo VI). Nos dice el número 114: Los Obispos y demás pastores de almas procuren cuidadosamente que en cualquier acción sagrada con canto, toda la comunidad de los fieles pueda aportar la participación activa que le corresponde. La participación de los fieles a través del canto es un elemento de peculiar importancia, pues esto nos facilita en gran manera la inmersión en la liturgia. Vaticano II no fue innovador en esta materia, aunque dio el “empujón” que la Iglesia necesitaba: ya San Pío X había dicho que se procurase que el pueblo vuelva a adquirir la costumbre de usar del canto gregoriano, para que los fieles tomen de nuevo parte más activa en el oficio litúrgico, como solían antiguamente (Tra lle Sollecitudini 3). El papa Pío XII, en su encíclica Músicæ sacræ disciplina de 1955 promovió el llamado “canto religioso popular” dado que el mismo puede ayudar mucho a que los fieles no asistan al santo sacrificio como espectadores mudos e inactivos, sino que acompañen la sagrada acción con su espíritu y con su voz y unan su piedad a las oraciones del sacerdote, con tal que esos cánticos se adapten bien a las diversas partes de la misa, como con grande gozo sabemos que se hace ya en muchas regiones del orbe católico (# 19). El “canto religioso popular” es uno de los tipos de música litúrgica (Cf. “Músicam Sacram” 4b) y aporta grandemente a la participación del pueblo, uno de los criterios que la Iglesia pide a la hora de seleccionar cánticos litúrgicos: La Iglesia no rechaza en las acciones litúrgicas ningún género de música sagrada, con tal que responda al espíritu de la misma acción litúrgica y a la naturaleza de cada una de sus partes  y no impida la debida participación activa del pueblo (Músicam Sacram –MS- 9). El Beato Juan Pablo II afirmó que este canto es particularmente apto para la participación de los fieles no sólo en las prácticas de devoción, "según las normas y preceptos de las rúbricas”, sino también en la liturgia misma (Quirógrafo 11).
     Esta participación exterior es un derecho bautismal de los fieles (Cf. Ib 15), lo que no significa que el pueblo siempre debe cantar: hay piezas que pueden ser reservadas al coro. En ese caso los fieles deben unirse interiormente a lo que cantan los ministros o el coro, para que eleven su espíritu a Dios al escucharles (MS 15b). Sobre ese punto MS 16c afirma que algunos cantos del pueblo, sobre todo si los fieles no están aún suficientemente instruidos o si se emplean composiciones musicales a varias voces, podrán confiarse sólo al coro, con tal que no se excluya al pueblo de las otras partes que le corresponden. Pero no se puede aprobar la práctica de confiar sólo al grupo de cantores el canto de todo el Propio y de todo el Ordinario, excluyendo totalmente al pueblo de la participación cantada. Por esa razón MS 20 pide que los maestros de capilla y los rectores de las iglesias cuiden… de que el pueblo sea asociado siempre al canto, al menos en las piezas fáciles que le corresponden. Este es un gran reto no sólo para los encargados de canto y la música, sino para los compositores litúrgicos, especialmente los compositores de piezas corales polifónicas con cierta complejidad armónica y contrapuntística: el componer música de alta calidad sin excluir al pueblo del canto, coordinando el canto coral-polifónico y el canto de la asamblea.
     Nuestros coros parroquiales no están exentos de este deber. Muchas veces cantan bellamente, pero impidiendo la participación de la comunidad. Hay cánticos que la asamblea debe cantar siempre: la entrada, el “Señor, ten, piedad”, el “Gloria”, el Aleluya, el “Santo”, etc. Gran reto y gran responsabilidad de los ministros de música el fomentar la participación activa de los fieles en el canto, ya que nada más festivo y más grato en las celebraciones sagradas que una asamblea que, toda entera, expresa su fe y su piedad por el canto (MS 16).

 

 

 

7 comentarios:

  1. Es un buen tema, hay que enseñar criterios para que los coros aprendan a manejarlos y comprendan que se canta y que no...

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  2. Definitivamente. Hay que seguir poniendo nuestro granito de arena en esta materia, la cual redundará en mejores celebraciones litúrgicas.

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  3. padre miguel, no se si pueda completar un poco. me estan gustando mucho sus escritos del concilio y la musica liturgica.

    Conforme a las instrucciones sobre música sagrada, existen tres grados de cantos en la liturgia, q van de mayor a menor participación de los fieles: grado uno son las aclamaciones, como el misterio de la fe, las contestaciones al sacerdote, los amen... En segundo lugar, los cantos del ordinario.
    No es oficial de la Santa Sede que haya cantos que la asamblea debe cantar siempre. Por ejemplo, no está prohibido un introito sólo para el coro(Misal Romano) o un Kyrie polifónico (Musicam Sacram)
    Lo importante es que la asamblea participe, si no unos cantos, en otros, manteniendo un equilibrio. Sí, el pueblo debe participar. Pero también el coro puede cantar solo, en cualquier parte, la misma Santa Sede lo ha dicho.
    La función del coro no es solo ayudar al pueblo a cantar, sino también elevar espiritualmente a los fieles. Por eso la Santa Sede le da su lugar a la Tradición Musical del Canto Gregoriano y la Polifonía. Es válido un canto de entrada en polifonía,por ejemplo, eso esta en la Instrucción General del Misal Romano y el Musicam Sacram de 1967. Y las normas del Graduale Romanum.

    El úinico canto en el que no debe excluírse a la Asamblea es el Padre Nuestro.

    Según el Misal Romano, los cantos del Propio pueden ser cantados indistintamente por el coro o la asamblea, lo mismo que el Gloria. En los demás se recomienda la participación de la asamblea...
    supongo que las aclamaciones, contestaciones al sacerdote, amen.. deberian cantarse principalmente.(por los fieles).

    la cosa es que oficialmente", no hay una lista como la que usted recomienda , de cantos que deban cantar los fieles.. el coro debe ayudar a que participen y darle equilibrio pero no existe asi algo como una lista. el coro puede variar. cantar unas solo y ayudar a cantar a la gente en otras., no?

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  4. Definitivamente que no podemos caer en rigorismos. Una cosa es que el pueblo "debe cantar siempre" y otra es que "tenga que cantar siempre." Hay cánticos que, al ser cantados por la asamblea con el coro, expresan más la dimensión eclesial de la liturgia que otros cánticos. El mi artículo "Los cantos de la Misa y quienes lo cantan" (contenido en este blog) presento los distintos cánticos de la Misa y quienes los deben cantar, según la OGMR actual.

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  5. hola padre, no encuentro la nota que menciona de los cantos de la Misa y quienes lo cantan", encontre Los cantos de la santa Misa: clasificación y orden de importancia . habla de los grados? 1, 2 y 3 grado?

    entonces aqui en este articulo los cantos que menciona solo son sugerencias?
    "Hay cánticos que la asamblea debe cantar siempre: la entrada, el “Señor, ten, piedad”, el “Gloria”, el Aleluya, el “Santo”, etc. "

    del articulo que menciona, puede dejar el link? no lo encuentro. gracias

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  6. Saludos Mar... El articulo fue escrito en enero del 2011. Fue de los primeros... Pero aclaro que se la OGMR recomenda que cirtos canticos sean cantados por la asamblea. Lo de "hay cánticos que la asamblea debe cantar siempre" es un opinión personal basada en la OGMR y en la naturaleza del rito en cuestión. Claro que hay excepciones... como todo en la vida: no se trata de una camisa de fuerza en donde el que la lleva no se puede mover... Espero que puedas encontrar el artículo. Déjame saber si lo encuentras... Más queun artículo es una tabla comparativa,

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  7. es decir cantar según el Misal Romano, en los cantos del ordinario la asamblea ha de participar, aunque dice que el Gloria puede ser cantado sólo por el coro. Sin embargo, el Musicam Sacram dice que si el ordinario se canta el polifonía o si el pueblo no está suficientemente preparado, el coro cante esas partes solo. En esos casos habrá que buscar la participación de la asamblea en el propio.

    Un momento muy eficaz para la participación de la asamblea es el Salmo Responsorial

    gracias por los datos del articulo! lo buscare

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