Los cultivadores de la música sagrada, dedicándose con renovado impulso a un sector de tan vital importancia, contribuirán a la maduración de la vida espiritual del pueblo de Dios (San Juan Pablo II).


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sábado, 16 de junio de 2012

LA DURACION DE LOS CANTICOS PROCESIONALES DE LA MISA

     Muchas veces asistimos a las Misas de nuestras parroquias y notamos que el sacerdote y los ministros llegan al presbiterio y se ubican en sus respectivos puestos y tienen que esperar a que el coro termine de cantar el cántico de entrada con todas sus estrofas. Muchos sacerdotes incluso fomentan esta extensión. También notamos con cierta regularidad que el sacerdote se lava las manos (en el rito de la presentación de las ofrendas, comúnmente llamado “ofertorio”) y tiene que esperar a que los cantores terminen de cantar el cántico correspondiente. Incluso muchas veces el sacerdote quiere continuar la Misa y el coro inicia otra estrofa del cántico en cuestión, alargando sin necesidad la presentación de las ofrendas y la preparación del altar. ¿Cuánto deben durar los cantos procesionales de la Misa, es decir, de entrada, presentación de las ofrendas y Comunión? Partamos de la Ordenación General del Misal Romano (OGMR), introducción que nos ofrece el orden a seguir y el sentido de cada elemento de la santa Misa. La OGMR 37 destaca que hay cantos que son en sí mismos ritos, como el “Gloria”, el salmo responsorial, el “Aleluya” o verso antes del Evangelio, el “Santo”, la aclamación de la anamnesis (este es el sacramento de nuestra fe…) y el canto después de la Comunión. También este mismo número explica que hay cantos que acompañan un rito, como lo son el canto de entrada, de la presentación de las ofrendas, el “Cordero de Dios” y el de Comunión. Los cantos procesionales no constituyen en sí mismos ritos, sino que acompañan un rito (el “Cordero de Dios” no es un canto procesional, pero acompaña el rito de la fracción del Pan y se extiende mientras dura este rito –Cf. OGMR 83- ). Por ende no tienen la misma importancia de los cánticos rituales, sino que están subordinados a los ritos que acompañan.

     El cántico de entrada, entre otras cosas, tiene la función de acompañar la procesión de entrada de los ministros (Cf. OGMR 47). Esa fue la razón principal por la que surgió este cántico en el siglo V en las liturgias papales de Roma. Por ende dura lo que dura la procesión de los ministros y la incensación del altar (cuando la hay). Una vez terminado este rito, el canto de entrada debe de concluir, evitando añadir estrofas sin necesidad. Claro, el canto no debe concluirse abruptamente, sino en el momento oportuno, respetando la forma musical del cántico y el rito que está acompañando. El director del ministerio de música debe estar muy pendiente del rito para dar la señal de concluir en el momento oportuno. Una alternativa razonable para cuando el cántico deba ser concluido antes de finalizar la procesión y la incensación (porque el añadir otra estrofa implicaría una extensión excesiva del canto de entrada) es recurrir a la música instrumental (excepto en Adviento y Cuaresma y misas de difuntos –Cf. OGMR 313 y Músicam Sacram 66-). Algunos acordes en la guitarra u otro instrumento musical son una alternativa viable.

     El cántico para la presentación de las ofrendas ha de prolongarse por lo menos hasta cuando los dones hayan sido depositados sobre el altar. Las normas sobre el modo de cantarlo son las mismas que para canto de entrada (OGMR 74). Este cántico puede extenderse mientras se prepara el altar, se inciensa el mismo (cuando se usa el incienso) hasta que el sacerdote se lave las manos. El mismo criterio usado para el cántico de entrada se puede usar aquí.

     Mientras el sacerdote comulga, comienza el cántico de Comunión, que ha de durar mientras se distribuye el Sacramento a los fieles (Cf. OGMR 86), por lo que no debe prolongarse mientras se estén purificando los vasos sagrados. Si se ha de tener un himno después de la Comunión, el canto para la Comunión debe ser terminado oportunamente (Ib).

     El cántico de salida no está contemplado en la OGMR: no hay una legislación al respecto. Normalmente este cántico, al igual que los cánticos procesionales, acompaña la procesión de salida de los ministros. Mientras se canta, los fieles pueden o quedarse cantando o ir saliendo del templo. Ya la asamblea está disuelta (“pueden ir en paz”), por lo que no se le puede obligar a permanecer en la iglesia.

     Los cánticos procesionales están, pues, al servicio del rito que acompañan y han de ceñirse a estos ritos. No constituyen ritos en sí mismos. Que mediante el conocimiento de la naturaleza de los cánticos que cantamos en nuestras eucaristías podamos vivir mejor el sacramento de nuestra fe.

7 comentarios:

  1. ¡Padre excelente catequesis!

    A los ministerios de música nos hace tanta falta este tipo de formación. Una formación en donde todos entendamos que estamos al servicio de la iglesia y que el misterio de la Eucaristía es la razón de ser de nuestra participación y que nuestro ego o talento JAMAS estará por encima del Misterio de la Eucaristía.

    La vanidad y el deseo de reconocimiento que es muy distintivo en los músicos y artistas, a veces empaña la importancia de este regalo tan hermoso de AMOR y MISERICORDIA INFINITA que Cristo nos dejó al instituir la Eucaristía. También, y no es menos cierto que pertenecer a un ministerio de música, envuelve responsabilidad de la gerencia del ministerio y sus miembros; bajo la dirección espiritual del Párroco o Sacerdote, en como adoramos al Señor. La música es una herramienta muy poderosa en la obra de evangelización. Al Señor tenemos que darle lo mejor de nosotros, tanto musicalmente, como espiritualmente. Es nuestro deber como Cristianos.

    Muchas veces nosotros los músicos pecamos en la falta de compromiso. Esto se manifiesta en muchas áreas que van desde los más simple hasta lo más complejo. Por ejemplo, Llegar a tiempo a la misa o a los ensayos, el nivel de destreza técnica (talento), para poder pertenecer y ser miembro del ministerio. Dios, a todos sus hijos les ha regalado diferentes dones y talentos. Por ejemplo, si poseo o no una habilidad básica (talento) y actitud de Fé cristiana, para poder llamarse miembro del ministerio. Nuestra Iglesia, que es Madre y Maestra posee diferentes vehículos en donde todos sus feligreses pueden servir. En otras palabras, si un feligrés entiende que siente un llamado a servir y por alguna razón siente una atracción por la música antes de ofrecerse; debe pedir Sabiduría y Discernimiento al Espíritu Santo, entrar en ayuno y oración y consultarle a su Párroco o Director Espiritual para que pueda encontrar iluminación y pueda identificar si realmente esa es su vocación de servicio. También preguntarse, Si realmente cuento con una destreza particular para poder darle lo mejor de mi al Señor? Si realmente, se va a comprometer con los ensayos del ministerio? Si realmente, se va a comprometer con algún tipo de formación, preparación y dirección espiritual en la Fé Católica y en la música para que lo ayude a canalizar y a mejorar su compromiso de servir? Cont...

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  2. También, la calidad de lo que hacemos es importante. Esto va en todos los aspectos, desde como llegamos a la iglesia?, como nos vestimos?, como nos ubicamos antes de empezar la Eucaristía?. Si estamos en un espíritu de recogimiento antes de empezar o por el contrario nos estamos preguntando en que tono está el cántico de entrada?, o cual es el estilo de música?, O si NO ensayamos durante la semana para la Eucaristía y pretendemos que todo salga bien y nos refugiamos a la Bondad y Misericordia de Dios y el Espíritu Santo?... O, Si la voces o instrumentistas NO están en sintonía melódica, armónica o rítmica con la música de la Liturgia?, Si cuando el director musical, marca para poder comenzar, cada cual empieza a tocar o cantar como entiende que es?. Y esto lo digo con mucho respeto, o si los bateristas o sección de percusión, antes, durante y después de la Misa están en una competencia de ver quien demuestra más su rapidez en el instrumento o si el cuero o platillo que compró esta semana suena mejor que el que tenía anteriormente?, o si llego tarde y empezo a montar los timbales o batería a mitad de misa?...

    Son tantos y tantos detalles que se nos escapan a todos. Creo, que la lista de detalles es interminable. Lo más triste de todo es que 1- Se nos olvida que estamos en presencia del Santísimo, 2- Hay hermanos orando en la iglesia o tratando de entrar en comunión con Dios, porque están próximo a recibirle en la consagración del Sacramentalmente o Espiritualmente, 3- La iglesia es templo divino, no es una sala de conciertos como el Choliseo o el Cnetro de Bellas Artes, DEBE MANTENER SILENCIO hasta que le toque interpretar la música 4- Estar pendiente a el Sacerdote y no enajenarse de la celebración. Sigo????...En lo personal, para mi esto es muy grave, porque le fallamos a Dios, a nuestros hermanos en la comunidad y a nosotros mismos.

    Creo que aparte de cualquier formación musical o artística, también tenemos que formarnos en la Fé. Cada cual es responsable de su participación y debe actuar conforme al compromiso de SERVICIO que contrajo con Cristo. Nuevamente, los ministerios de música, adoración y alabanza son CAMINOS DE SERVICIO. Dios nos ha otorgado estos dones, por lo cual tenemos que ser generosos en el COMPROMISO, DEDICACION y EXCELENCIA, en reciprocidad a nuestro Dios.

    No quiero retirarme sin antes hablarles sobre un aspecto de igual o mayor relevancia en estos procesos: EL AYUNO y LA ORACION. TODOS, TODOS, pero que TODOS estamos invitados a estar en un espíritu de recogimiento y del aislamiento de los ruidos y/o las cosas que nos perturban a nuestro alrededor, para poder transmitir lo que el Señor quiere y espera de nosotros. Además, con mucha humildad, perdirles y rogarles que me puedan perdonar, si en algo de lo que he dicho aquí les ha ofendido. No soy perfecto; soy un pecador más, tratando con lo que Dios me dió servirle para Honra y Gloria de su nombre y para mi conversión como cristiano.

    Deseo incluirles un link http://www.youtube.com/watch?v=fneWZZxMtCg que encontré en YouTube, sobre una catequesis muy interesante de Fray Nelson Medina de la Orden de Predicadores para los Ministerios de Música y Adoración. Solamente dura 30 minutos. Véanla...pienso que nos ayudará mucho a todos en nuestro caminar.

    Y a usted Padre Miguel, demás está decirle que como Servidor estoy a la disposición de nuestra Iglesia, para cualquier cosa que necesite ahí estaré. ¡Un abrazo en Cristo!

    Jesucristo ha Resucitado, en verdad Resucitó...YESSSSSSSSSS!!!! :-))

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    1. Saludos Jorge!!! Gracias por sus comentarios. Ciertamente hace falta más formación en taaaantos aspectos de la música litúrgica.... Sobretodo hay que conocer los documentos de la Iglesia relacionados a tan importante punto, los cuales nos dan las pautas a seguir como buenos ministros (=servidores) litúrgicos. Un fuerte abrazo...

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    2. Saludos a todos y gracias por enviarme la información de este maravilloso modo de enseñanza. Estoy muy de acuerdo con ustedes. Creo que la MISA debe comienzar con mi actitud y desempeño desde que me levanto, como me preparo, como me visto y sobre todo cuanto tiempo dedico a prepararme para la celebración eucarística antes de llegar a la iglesia. Creo que el leer y meditar las lecturas y el ensayo que debemos hacer antes de "salir de nuestras casas" son partes VITALES para nosotros, los que participamos en algún ministerio musical, poder llegar a la Misa a ENTREGARNOS TOTALMENTE A CALEBRAR EL BANQUETE SIN ESTAR PENDIENTES 100% a lo musical.

      Gracias una vez mas y Padre Miguel, Siga llevando este mensaje que tan importante es para los que tratamos de ser instrumentos de Dios para ayudar a crear un ambiente que facilite la vivencia de nuestros hermanos durante la Eucaristía.

      JHR---EVR

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  3. Creo que no soy digna de estar en este blog, pero con todo mi respeto le mando un saludo desde Madrid

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    1. Bendito sea el Señor!!! Que Dios le bendiga con abundancia María de los Angeles. Un fuerte abrazo desde Puerto Rico.

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  4. Gracias por compartir este documento para bien de nosotros y de la iglesia. Lo seguire compartiendo a los miembros que trabajamos en ella.

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